Las adherencias son bandas fibrosas de tejido cicatrizal que se forma entre los órganos internos y tejidos, conectando superficies que deberían estar separados y ocurren frecuentemente después de cualquier cirugía abdominal o pélvica como por ejemplo una cesárea.
La principal manifestación clínica es el dolor pelviano crónico, pacientes con dolor abdominal con antecedentes de cirugías previas se debe pensar en un síndrome adherencial.
Las adherencias dentro de la cavidad uterina, llamadas síndrome de Asherman, pueden hacer que una mujer tenga ciclos menstruales irregulares, ausencia de menstruación y que sea incapaz de quedar en embarazo.
Las adherencias pélvicas que involucran las trompas de Falopio pueden llevar a que se presente dolor en el bajo vientre y problemas reproductivos.
La cirugía laparoscópica es una excelente opción para la resolución de adherencias postquirúrgicas, dados los efectos beneficiosos de la laparoscopia como menor dolor postoperatorio, pequeña cicatriz, menos días de hospitalización y más rápida reinserción laboral.